Acéptala, porque es de curso legal

Acéptala, porque es de curso legal

Como todos sabemos la moneda Argentina es el Peso y por ley es de curso legal. En este artículo vamos a hacer hincapié en sí la existencia de esa ley fuerza un monopolio.

¿Por qué el peso es de curso legal? Porque dentro de nuestro país todos debemos aceptar el peso como medio por ley. El Decreto del Poder Ejecutivo N° 2.128 del 10 de octubre de 1991 dispuso la puesta en vigencia, a partir del 1 de enero de 1992, de la LÍNEA PESO. Se estableció una paridad de un peso ($1) equivalente a diez mil australes (A 10.000).

La Ley N° 25.561, de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario del 6 de enero de 2002, en su artículo 3° deroga los arts. 1° y 2° de la Ley de Convertibilidad del Austral, por lo que se dispuso suprimir el vocablo “convertibles de curso legal” en los billetes de la línea peso.

El hecho por ser el peso la moneda de “curso legal” da lugar la justificación del Estado para obligarnos a utilizarlo. El hecho de que estemos obligados a aceptar el peso como moneda y que no nos permitan utilizar otra moneda para realizar transacciones crea un monopolio del dinero.

¿Qué es un monopolio? Es una estructura de mercado en donde existe un único oferente, de esta forma, los consumidores que desean adquirir el bien sólo pueden acudir al monopolista y deberán aceptar las condiciones que este impone.

¿Cuáles son las características de un monopolio?

-          Un único oferente > Estado.

-          El producto o vendedor pueden influir (y suele hacerlo) sobre el precio y cantidad de mercado > BCRA.

-          No existen bienes sustitutivos > curso legal.

-          Las barreras de entrada son muy grandes y pueden ser de varios tipos > esta característica directamente no se da por ley.

El monopolio del dinero tiene el mismo efecto que todos los monopolios. Es forzoso e impide el descubrimiento de mejores métodos de satisfacer necesidades. Los gobernantes de nuestro país no tienen interés en que los ciudadanos tengan una moneda fuerte, ni tampoco en que manejemos las ya existentes.