El Utilitarista
John
Stuart Mill
John Stuart Mill fue
un filósofo, político y economista inglés de
origen escocés, representante de la escuela económica clásica y
teórico del utilitarismo. Hijo mayor del filósofo
e historiador James Mill. Fue educado exclusivamente por su padre. Dotado de
una inteligencia extraordinaria, a los 13 años su padre lo introdujo en los
principios de la lógica, y de la economía política. En 1823 ingresó en la
compañía de las Indias Orientales, donde ocupó el cargo de jefe de la oficina
de Relaciones con los Estados Indios. Activo político en la defensa de la causa
abolicionista durante la guerra civil estadounidense, de 1865 a 1868 ocupó un
escaño en la Cámara de los Comunes, donde fue objeto de polémicas debido a su
apoyo a las medidas a favor de las clases menos favorecidas, y de la igualdad
de los derechos de la mujer. A los 20 años tuvo una crisis mental, y se reveló
contra su estricta educación y contra el utilitarismo, pero no se separó de él,
y se abrió a nuevas corrientes intelectuales como el positivismo de Comte, el
pensamiento romántico y al socialismo. Se casó en 1851 con Harriet Taylor
después de 20 años de amistad. Ella influyó en sus trabajos e ideas y lo
inspiró en la defensa de los derechos de la mujer.
El criterio utilitarista de
buscar el máximo bienestar del
mayor número de individuos, la felicidad general. Buscar lo útil consiste en ser práctico, valorar las cosas de manera
distinta según el uso que
se haga de ellas. Por tanto, lo
malo es lo inútil para
conseguir la felicidad y lo bueno es lo útil para
lograrla.
En su obra El
Utilitarismo, comienza diciendo que, generalmente, las personas hacen uso
equivoco de la palabra por no saber el verdadero significado, sosteniendo
erróneamente que la utilidad se opone al placer. Pero Mill sostuvo que la
palabra placer precedía a la utilidad, haciendo referencia a la felicidad y la
falta de dolor que le producía a la persona adquirir ese objeto o alimento que
tanto deseaba.
Las contribuciones que
hace Mill hacia la economía las podemos relacionar con la teoría de la
utilidad. En su obra, hace referencia también a la Teoría de la felicidad,
relacionándola con el placer que le genera al individuo al conseguir objetos o
metas que ellos desean, que a raíz de esa felicidad se produce la ausencia del
dolor y la infelicidad.
También, Mill dice que
hay placeres que producen grados de felicidad, algunos más altos que otros. Y
en este caso podemos hacer referencia a la Utilidad marginal, que es esa
felicidad que se encuentra disminuida ya que ese objeto o alimento no lo hace
tan feliz como la primera vez que lo adquirió. “es del todo compatible con el principio de utilidad el
reconocer el hecho de que algunos tipos de placer son más deseables que otros”
(J.S.MILL 1861).
PLACER
COMO FINALIDAD PLACER y DOLOR
Lo bueno es lo útil y lo que aumente el placer
y disminuya el dolor. Felicidad: Placer, ausencia de dolor, única cosa deseable
como FIN, siendo lo demás únicamente medios para alcanzar ese fin. Todo placer
es bueno en sí mismo, y debe aprenderse por medio de la intuición, no con
métodos como la autoridad, coacción e intimidación. También recibe nombre de
Radicalismo Filosófico, Anteriormente ya habían pensadores en la antigüedad
clásica que resaltaban como el ser humano perseguía la felicidad y huía al dolor.
El utilitarismo fue propuesto originalmente durante los siglos XVIII y XIX en
Inglaterra por Jeremy Bentham pero también se puede remontar a filósofos de la Grecia Antigua como Parménides. Tanto la filosofía de Epicuro como la de Bentham pueden ser
consideradas como dos tipos de consecuencialismo hedonista, pues juzgan la
corrección de las acciones según su resultado (consecuencialista) en términos
de cantidad de placer o felicidad obtenida (hedonismo). Jeremy Bentham
desarrolló su sistema ético alrededor de la idea del placer. Se apoyó en el
antiguo hedonismo que buscaba el placer físico y evitaba el dolor físico. Según
Bentham, las acciones más morales son aquellas que maximizan el placer y minimizan
el dolor. Esto ha sido denominado a veces "cálculo utilitario". Una
acción sería moral si produce la mayor cantidad de placer y la menor cantidad
de dolor.
También, Mill dice que
hay placeres que producen grados de felicidad, algunos más altos que otros. Y
en este caso podemos hacer referencia a la Utilidad marginal, que es esa
felicidad que se encuentra disminuida ya que ese objeto o alimento no lo hace
tan feliz como la primera vez que lo
adquirió. “es del todo compatible con el principio de utilidad el
reconocer el hecho de que algunos tipos de placer son más deseables que otros”
(J.S.MILL 1861).
CONCEPTO
DE LIBERTAD; DERECHOS HUMANOS Y ESCLAVITUD
La concepción de Mill sobre la libertad,
consiste en el hecho que el individuo ha de ser libre para hacer cuanto desee
mientras no dañe al prójimo. Cada persona es por sí misma suficientemente
racional para poder tomar decisiones acerca de su propio bien y elegir asimismo
la religión que le plazca. El gobierno solo debe intervenir en tanto se trate
de la protección de la sociedad, explica Mill. «No hay otro fin que la raza
humana tenga garantizada, individual o colectivamente, al interferir en la
libertad de acción cualquiera que sea su número, que no sea la protección
personal. El único propósito por el cual el propio poder puede ejercerse
adecuadamente sobre cualquier miembro de una comunidad civilizada contra su
voluntad es la prevención del daño ajeno. El propio bien, sea físico sea moral,
no es garantía suficiente. Uno no puede obligar a la ejecución o abstención a
otro porque esto conlleve un beneficio para uno mismo, porque le hará a uno
feliz, porque en opinión de otros hacerlo sería sabio o correcto... La única
parte de la conducta de una persona por la cual ésta es dócil ante la sociedad
es aquélla que concierne a las demás. En la parte que solo atañe a uno mismo,
su independencia es, por derecho, absoluta. Sobre sí mismo, su propio cuerpo y
mente, el individuo es soberano.»
En 1850, Mill envió una
carta anónima (que posteriormente sería conocida como «La cuestión negra»), en
calidad de refutación a la misiva asimismo anónima de Thomas Carlyle quien
había defendido la esclavitud. La respuesta de Mill y sus referencias al debate
que durante aquella época se daba en EEUU sobre la esclavitud fueron enfáticas
y elocuentes. Mill es además conocido por ser uno de los primeros y más
acérrimos defensores de la liberación femenina. Su libro El sometimiento de las
mujeres (The Subjection of Women) es una de las obras más antiguas en el campo
del feminismo defendido por hombres. El autor notaba que la opresión de la mujer
era uno de los pocos vestigios conservados procedentes de modelos sociales
obsoletos, un conjunto de prejuicios que impedía arduamente el progreso de la
humanidad
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